Con su desaliñada melena lo ves marchar,encogido de hombros emprende su destino.Hay tantos cosas que le hubiera dicho pero paralizada lo dejé marchar.
No me quedaré quieta a verte marchar,no esperes un adiós, ni una lágrima ,simplemente me iré por donde llegue.
 No espero que recapacites sólo dime que volverás.No te prometo poder esperarte ,pero prometo estar aquí el día que vuelvas.Ese día volveré a ser yo.

Y de tanto esperar la vida se le consumió en una calada...
Sentada frente al espejo se preguntaba quien era esa mujer que se reflejaba en él.Hace tiempo la habría reconocido,pero marchitada como la propia vida sus lágrimas hablaban por ella.
Le tendí la mano y entre la ausencia de palabra la llevé hacia la vente y entre una sonrisa le dije:
"Princesa este es tu reino,quizás pienses que eres esclava de tu pasado pero dejame enseñarte que eres la reina de tu futuro; ves brillar ese sol? pues cada día se asomará buscandote, esperando ser reinado".

Es como el juego "quien es quien" ,pero a diferencia de él nosotros nunca nos quitamos las mascaras.
Cuando intentamos retomar nuestra descarriada vida aparecen los fantasmas del pasado y te preguntas que vieja historia traeran de nuevo.Pero sigue siendo  una y otra vez más de lo mismo.
Creemos que les hicimos frente pero volvemos a caer.Esta vez soy demasiado fuerte para caer.