Sus pasos seguros y firmes  sobre sus tacones , la mirada de sus ojos profundos y penetrantes se esconden tras su rimel,sus sedosos labios fruncidos tras el rojo carmin del pintalabios,su corazón roto tras el escote.Y de repente la miras y piensas que lo demás ya da igual,sientes que que ya no tienes que acelerar, que ella confia en ti y no entinces porque.

De algo estoy segura.
No podrá quererlo como lo quería yo, no podrá adorarlo de ese modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara.
Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos.
Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y ella menos que ninguna.
La luna se vuelve al sol. La noche al día. Porque detrás de cada persona se esconde otra. Quizás más bella, quizás más nueva, quizás la tuya.
Es hora de volver a casa. Es hora de volver a empezar, lentamente, sin dar demasiadas sacudidas a la vida. Sin darle demasiadas vueltas. Con una única pregunta: ¿Volveré a estar alguna vez allí arriba, en ese lugar tan difícil de alcanzar? Allí, donde todo resulta más hermoso. Desgraciadamente, en ese mismo instante, ya sabe la respuesta.

La miras y piensas que no puede haber un mañana sin ella.Sientes,amigo mio,que en éste momento te lo han robado todo.
Recuerdas como dulcemente se tocaba el pelo,su sonrisa incluso aquella mania que te ponía nervioso empiezas  añorarla.
Piensas que mientras no lo hables será como si nunca hubiesa pasado.
No te diré que no llores,no te diré que no estés triste, simplemente me setaré a tu lado a esperar que el tiempo seque esas lágrimas.
Ya lo sabes,para lo bueno o para lo malo estaré aqui,amigo mio.

Tengo miedo,lo odmito.Hay días que deseo no levantarme una mañana más.
Pienso en ello y cada parte de mi cuerpo tembla y es inevitable que me ponga a llorar.Ahora sé realmente que es tener miedo.Pero lucharemos juntos,lo juro.